Abrí los brazos. Él vino hacia mí y le estreché contra mi pecho. En los instantes que permanecimos abrazados, a mí no se me ocurrió pensar más que lo que he dicho: que era un zangolotino. Me sacaba una cuarta, estaba muy flaco, tenía las piernas largas y los labios muy gordezuelos, el de abajo un tanto descolgado, y una expresión como ausente: un zangolotino.
Game | Time | WPM | Accuracy |
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870 | 2025-06-05 17:55:08 | 43.46 | 97% |
626 | 2025-05-22 17:49:53 | 45.62 | 97.4% |