Abrí los brazos. Él vino hacia mí y le estreché contra mi pecho. En los instantes que permanecimos abrazados, a mí no se me ocurrió pensar más que lo que he dicho: que era un zangolotino. Me sacaba una cuarta, estaba muy flaco, tenía las piernas largas y los labios muy gordezuelos, el de abajo un tanto descolgado, y una expresión como ausente: un zangolotino.
Game | Time | WPM | Accuracy |
---|---|---|---|
151 | 2019-05-21 12:04:34 | 58.46 | 94% |