Omi parecía realmente otro ser. Por lo general, ni siquiera cuando dormía en su casa hacía los ejercicios para entregar al día siguiente, y dejaba siempre los libros de texto en su taquilla. Por la mañana llegaba con las dos manos en los bolsillos del abrigo, a tiempo para arrojar hábilmente el abrigo en el perchero y ponerse en el último lugar de las filas que formábamos para entrar a clase.
Game | Time | WPM | Accuracy |
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48 | 2025-05-08 16:21:07 | 42.85 | 95.6% |