Wilmar Everton Cardaña era hombre de pocas palabras, muy pocas, como todo hombre criado en el campo, entre vacas y animales poco propensos al diálogo. Creo que hasta ese día -y ya llevábamos más de dos años de amistad-, sólo le había contabilizado nueve palabras, monosilábicas en su mayoría. Y vale consignar que más de la mitad de ellas las había gastado en una sola frase, previa a otro partido importante, cuando levantándose imprevistamente de una tertulia, anunció: "Permiso, voy a ir al baño".
Game | Time | WPM | Accuracy |
---|---|---|---|
45 | 2025-05-31 23:25:07 | 82.32 | 95.7% |
31 | 2025-05-31 18:15:17 | 76.91 | 95.9% |