Wilmar Everton Cardaña era hombre de pocas palabras, muy pocas, como todo hombre criado en el campo, entre vacas y animales poco propensos al diálogo. Creo que hasta ese día -y ya llevábamos más de dos años de amistad-, sólo le había contabilizado nueve palabras, monosilábicas en su mayoría. Y vale consignar que más de la mitad de ellas las había gastado en una sola frase, previa a otro partido importante, cuando levantándose imprevistamente de una tertulia, anunció: "Permiso, voy a ir al baño".
| Game | Time | WPM | Accuracy |
|---|---|---|---|
| 1036 | 2021-06-03 09:34:19 | 57.84 | 98% |
| 634 | 2021-04-26 10:59:45 | 58.67 | 97% |