Wilmar Everton Cardaña era hombre de pocas palabras, muy pocas, como todo hombre criado en el campo, entre vacas y animales poco propensos al diálogo. Creo que hasta ese día -y ya llevábamos más de dos años de amistad-, sólo le había contabilizado nueve palabras, monosilábicas en su mayoría. Y vale consignar que más de la mitad de ellas las había gastado en una sola frase, previa a otro partido importante, cuando levantándose imprevistamente de una tertulia, anunció: "Permiso, voy a ir al baño".
Game | Time | WPM | Accuracy |
---|---|---|---|
1151 | 2022-09-11 03:22:10 | 90.52 | 95% |
614 | 2022-06-06 22:39:07 | 86.13 | 97% |
393 | 2022-05-10 19:48:28 | 75.74 | 96% |