A los diecisiete años se casó con la cabeza y con un hombre que era justo lo que una cabeza elige para cursar la vida. Alberto Palacios, notario riguroso y rico, le llevaba quince años, treinta centímetros, y una proporcional dosis de experiencia.
Game | Time | WPM | Accuracy |
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50 | 2017-05-24 01:38:07 | 93.43 | 93% |