A la Diosa le divirtió tan maliciosa pregunta, y su risa fue como la lluvia en el tejado de mi cabeza. Debes tejerte un cuerpo con hilo de araña, dijo. Naturalmente, yo me había dado cuenta de eso hacía tiempo; pero me había estado gastando lamentablemente mi hilo, haciendo más y más maniquíes. Así que fui recobrando poco a poco las hebras, y ahora estoy aquí sentada, hilando otra vez, como había pronosticado el marinero griego.
Game | Time | WPM | Accuracy |
---|---|---|---|
84 | 2025-05-27 16:24:00 | 79.24 | 96% |