A la Diosa le divirtió tan maliciosa pregunta, y su risa fue como la lluvia en el tejado de mi cabeza. Debes tejerte un cuerpo con hilo de araña, dijo. Naturalmente, yo me había dado cuenta de eso hacía tiempo; pero me había estado gastando lamentablemente mi hilo, haciendo más y más maniquíes. Así que fui recobrando poco a poco las hebras, y ahora estoy aquí sentada, hilando otra vez, como había pronosticado el marinero griego.
Game | Time | WPM | Accuracy |
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6 | 2020-11-05 03:04:23 | 46.52 | 94% |