Nos sentamos en silencio y ver el mundo que nos rodea. Esto nos ha llevado toda una vida para aprender. Parece que sólo los ancianos son capaces de sentarse uno junto al otro y no decir nada y todavía se siente contenido. El joven, impetuoso e impaciente, siempre hay que romper el silencio. Es una pérdida, el silencio es puro. El silencio es sagrado. Se reúne a la gente, porque sólo aquellos que se sientan cómodos unos con otros se puede sentar sin hablar. Esta es la gran paradoja.
| Game | Time | WPM | Accuracy |
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| 3 | 2011-06-19 23:39:08 | 79.08 | 95% |